martes, 12 de abril de 2016

Críticas 143: Woolf, The Exit

Tengo la sensación de que la escena actual londinense, al menos aquella que me interesa se divide en dos: los grupos emparentados con la escena de principios de esta década alrededor de No Front Teeth (ya sabes, Disco Lepers, Gaggers...) y los grupos de Riot Grrrls que orbitan en el entorno de FRAU, Good Throb... 
Ambas escenas, cada una en su casa, comparten continuamente miembros y/o son todos amiguitos. Por esta razón parece que todos los grupos nuevos que salen son refritos de los otros, como si no existiese gente nueva. 
Vamos que pasa algo muy parecido a lo que pasa en Madrid (que el que no tocaba antes en Von Grapa, Aerobitch o Sucking Dicks, toca en Sudor, AVT o Raw Paw). Por no hablar de mi mismo, que hasta yo he perdido la cuenta, je.
Y si miras bien, pasa lo mismo en la mayoría de las ciudades, muy al estilo de lo que pasaba en San Francisco en los 90, por ejemplo. Que no había grupo que saliese en el que no estuviese un Greg Lowery, una Tina Luchessi o un Russel Quan...
Escenas demasiado incestuosas todas, que sobreviven y envejecen como pueden, cada vez con menos gente joven sobre el escenario y entre el público. Y los pocos jóvenes que ingresan son los primeros en pluriemplearse y formar mil grupos. Parece que un solo grupo no nos llena. De hecho, cada vez son menos (muchos menos) los que van a los conciertos y no tocan además en un grupo (mínimo en uno). 
¿Es grave, doctor? ¿Se está muriendo el Punk?

Esta pequeña reflexión viene a cuento de que hace un par de semanas estuve en Londres para ver a Screeching Weasel (léete la entrada anterior si te has perdido ese capítulo) y volví cargado de discos (casi todos comprados en All Ages). Los actuales que me pillé de grupos locales, los comento aquí mismo, y son precisamente dos ejemplos de lo que acabo de mencionar.  The Exit, con gente de Miscalculations, con gente a su vez de Gaggers y distribuidos por No Front Teeth. Y Woolf, otro grupo que orbita en la escena de Good Throb y compañía, y que sale además con la etiqueta de LVEUM (todo queda en casa). 
Me imagino que la escena será bastante más grande, no vivo allí y no estoy al día de lo que sucede en la ciudad, pero es curioso que los dos discos que me he pillado sean precisamente estos. Igual es porque voy predispuesto a ello, aunque está vez he ido a comprar sobre todo cosas desconocidas y exóticas. No sé si al final lo he conseguido, al menos con los grupos londinenses. 



The Exit: " Hierarchy of line" (LP, Glass Eye records)

Pues como he dicho arriba, con gente de Miscalculations en sus filas y referencia número 2 de un sello nuevo, pero que está distribuido por No Front Teeth. 
Una escena esta que parece que ha dado un giro radical hacía los terrenos más oscuros. Del revival 77 y KBD que surgió con Gaggers, Shanghai Wires, Disco Lepers, se pasó a adoptar un rollo más oscuro y melancólico siguiendo la moda (ya pasada, pero no superada) marcada por Observers/Red Dons y los grupos escandinavos (The Vicious, Gorilla Angreb...), para caer ahora en un rollo más siniestroide y con teclados. 

Paso este del Punk al Post Punk aparentemente lógico, ya que fue así como sucedió en el siglo pasado: primero reinaban los grupos de Punk en el 77 y al poco comenzaron a reinar los de Post Punk y Nueva Ola. 
Así que cada vez que ahora un grupo sigue esa misma trayectoria, nos parece lógico, pero no lo es. ¿Por qué van a tener que evolucionar musicalmente igual diferentes personas, de diferentes países, de diferentes épocas? Pues por lo mismo de entonces, porque se apuntan a la "nueva" ultima moda. 
A finales de los 70 sí era algo nuevo, la verdad, pero hoy no lo es. Aunque tampoco es una moda multitudinaria como entonces y afecta solo a pequeñas escenas. Pero es verdad que se suelen mover todos en bloque. Qué casualidad que ahora todos evolucionen hacía lo mismo. Pues de casualidad nada: se llama seguir la moda. 
Hay un par de visionarios que cambian y el resto les sigue. Eso hizo Johnny Rotten de Sex Pistols a PIL y parece que es un paso que repiten pequeños visionarios (ejem) y que sigue el resto del rebaño.  
Transición esta que hemos visto repetida en la escena francesa en su giro radical hacía el Synth Punk y la oscuridad. En la escena catalana hacia el Post Punk más siniestroso, con el surgimiento hace unos años de Belgrado y compañía. Y por supuesto, en Madrid, hace una década hacia el Synth Punk y ahora parece que hacia el After Punk. 
Si te fijas en un mapa casi se puede seguir el rastro, como si de una plaga de peste negra se tratase asolando Europa de punta a punta.
Y no quiero decir con esto que seguir una moda sea algo malo. Gracias a las modas hemos conocido a grupazos como The Kids (unos chavalines belgas que imitaban la moda inglesa exportada al mundo entero) y nadie duda de su grandiosidad. E igual que menciono a los Kids podría mencionar al 99'9% de los grupos Punk, New Wave y Post Punk que amamos, y que no hicieron más que apuntarse al carro de la moda del momento. 
Originalidad si es algo que viene faltando en el Punk y derivados desde hace ya muchos años. ¿Está todo inventado ya en el Punk? ¿Se muere El Punk? Otra vez esta pregunta!!!

Pero vamos con el disco en sí. Se trata de la primera referencia de la banda y es un trabajo de Synth Punk de melodías oscuras y calmadas. La hoja promocional les compara con Joy Division, Gary Numan, Futurisk, Das Kabinette, incluso con Screamers. No veo mucho Screamers la verdad, es todo muy suavito y formal. Falta óxido y rebeldía. Y ya que vale mencionar a cualquiera, jeje, yo añadiría quizás Depeche Mode, por aquello de que a veces es muy Pop de sintetizadores, pero sin olvidar la oscuridad. Aunque tampoco tienen mucho que ver. Sí me ha recordado al último de Digital Leather. 
Las canciones son buenas y el tono apagado (en el buen sentido), pero potente. Se deja escuchar bastante bien, pero creo que se escapa un poco del entorno del Punk. Y, definitivamente me quedo con Miscalculations, si hay que elegir.
PD. Me gusta la portada.
Mgrtn.




Woolf: "Posing/Improvising" (LP, La Vida Es Un Mus)

Woolf sacaron una cassete en 2010, un par de años después LVEUM les editó el primer LP, y ahora, en 2016, ve la luz su segundo larga duración en el mismo sello. Como ya he mencionado arriba, pertenecen a la escena Riot Grrrrl / Queer Punk londinense actual. Todo un descubrimiento para mí hace unos años cuando vinieron a tocar unas FRAU recién formadas (aún hoy siguen siendo de mis bandas actuales favoritas) y comencé a tirar del hilo y a descubrir estos grupos, deudores de Slits, Lilliput/Kleenex y todos aquellos grupos de chicas de finales de los 70 que, sin saber tocar, se apuntaban con desparpajo al rollo del Punk consiguiendo, para mi gusto, resultados mucho más turbadores, frescos y, por supuesto, mejores, que los de las bandas de Post Punk que sí sabían tocar y se empeñan en sonar raros. No hay nada como la falta de pericia para sacarse recursos innovadores y sorprendentes de la manga. 
Una escena también deudora, por supuesto, del movimiento Riot Grrrls surgido en los 90 en Olympia de la mano de Bikini Kill y Huggy Bear. Y más concretamente de los grupos de aquel entonces, como Tourettes, Raooul o las inglesas Skinned Teen (para mí las hermanas mayores de todos estos grupos que aterrorizan ahora Londres) que, también, sin saber tocar demasiado (o disimulandolo muy bien), firmaron discazos de Punk caótico con voces de chicas adolescentes destrozando cualquier estructura lógica que pudiese seguir el bajo, si es que seguía alguna.

Y en esta misma onda caótica se mueven las Woolf. Aunque, por supuesto, las matemáticas (aunque súper simples) también están presentes y el hecho de que suenen menos ruidosas y lleven el rollo minimalista más al extremo que compinches de fechorías como Good Throb, hace que se aprecien más las estructuras de fondo. Pilares sobre los que se sostienen sus canciones de cortísima duración. 
Con respecto al anterior disco suenan un poco menos naif y hay una producción más sólida, un sonido algo más vigoroso, con ese bajo que suena a muelle de colchón apunto de partirse, que hace que el disco sea menos infantil y, definitivamente más oscuro y robusto. Pero, eso sí, igual de simple y raruno.
11 temas que pasan en un suspiro y que llevan camino de convertirse en uno de mis discos favoritos del año. Con permiso del nuevo de las Coathangers, que debe estar ya listo. A ver si lo pillo.
Matrícula de honor.
Mgrtn.



lunes, 4 de abril de 2016

Screeching Weasel 2016 Londres



Screeching Weasel + MXPX. O2 Forum. Londres. 2 abril 2016.




Cuando me enteré a finales del año pasado que Screeching Weasel harían una sola fecha en Europa en abril, no dudé en pillar las entradas en ese mismo momento. Fuese en Londres o en Reikiavik, tenía que ir. Creo que el único grupo de los grandes (al menos para mí), de los que han significado mucho en mi vida, que me quedaban por ver. Ya he visto a sex Pistols, a Ramones, a Rip Offs (el mejor concierto de mi vida), a Loli and The Chones (cosa que parecía imposible), a Angry Samoans, a los Cramps, a Supercharger (toma ya) y a decenas de grupos que están situados en lo más alto dentro de mi ranking particular. Pero si hay uno que me faltaba era, sin duda, SW. Y es que la otra vez que tocaron en Europa (la primera de su historia) no pude ir. Si nunca hubiesen pisado nuestro continente, como parecía que iba a suceder, la espinita clavada no hubiese sido tan dolorosa. Aunque la verdad, verles en aquel macrofestival seguro que fue bastante peor que verles a ellos solos en una sala, por mucho que tocasen cantidad de bandas chulas el mismo día, porque al final las multitudes y tantos grupos me acaban saturando.


Llegamos a Londres un día antes, así que la visita a All Ages no se hizo esperar. De hecho, fuimos allí incluso antes que al hotel, jajaja. Pues bien, me gasté todas las libras que llevaba en la puta tienda y tuve que volver a cambiar para sobrevivir los siguientes días. Me encanta comprar discos de grupos que no he escuchado, cosa que ahora, con esto de internet es algo que se había perdido. Pero no me iba a poner a escuchar en el móvil cada grupo desconocido que encontraba, allí mismo, en la tienda. Así que me dejé guiar por los comentarios de las etiquetas que tenían casi todos los discos, espero no llevarme muchas decepciones… Me encanta también que las tiendas se molesten en poner estas pequeñas descripciones. Ya sé que lo hacen para vender más, porque nadie va a comprar un grupo rumano de post punk del que solo estás viendo una portada y los títulos de las canciones en un idioma raro, sin saber ni de dónde son, ni qué estilo practican… Aunque tampoco sería la primera vez que compramos solo por la portada, ¿no?


Os ahorraré el resto del viaje porque no tiene nada que ver con el Punk, algún discos más (piratas sobre todo de Crisis y los Smiths) y algún libro sí me pillé en el Soho. La cosa es que llegamos a la hora fijada a la sala (19:00) y resultó que hasta una hora y media después no tienen intención de empezar el concierto. A esperar y encima lloviendo en la calle. 


La sala ya estaba llena, un recinto bastante grande. Quizás excesivo para un grupo del rollo Lookout, pero teniendo en cuenta que SW son míticos y esta era su única fecha en toda Europa, al final resultó bastante apropiada. Vamos que si tocan los Queers por enésima vez no hubiese sido lo mismo. Yo personalmente ya estoy harto de verles. Les he visto más veces que a muchos grupos de Madrid de estos que tocan todos los días… La cosa es que allí había gente de toda Europa, sobre todo mogollón de españoles e italianos, tantos que creo que si nos hubiésemos juntado todos los “latinos” habríamos superado a los anglosajones presentes. Eso sí, el porcentaje por sexos era bastante más aterrador que el de la mayoría de conciertos Punk. Había solo un 20% de chicas, y cuando comenzó el pogo, en la pista solo habría solo un 2%. Triste, pero cierto… Aunque supongo que es lo que se consigue habiendo golpeado a una chica en la cara, ¿no Benito? Jajaja. No, no creo que vayan por ahí los tiros. Más bien es que la comadreja es un grupo muy de machos. Y de gente ya mayor, porque aunque había jovencitos, el público en su mayoría era mayor de 30 años. En cualquier caso, creo que no se agotaron las entradas, pero poco debió faltar. 


Después de un rato salieron a escena MXPX. Su actuación fue bastante lamentable. Todo un calvario que tuvimos que aguantar con resignación para poder a la banda de Ben Weasel. Un insulto al Punk continuo durante una hora y pico en la que pidieron al público dar palmas desde el minuto cero, mientras desgranaban los temas más blandos y terroríficos, enconsertados en un estilo que podría clasificarse como wannabeblink182, o puede que sea más acertado sum41 (je). Vamos ya sabéis: somos hardcore melódico y la esencia está ahí detrás, pero detrás de toda esa mierda blandengue, detrás de esas toneladas de merengue pastoso pasado de azúcar y con sabor a rancio; tan tan tan tan tan detrás que es muy difícil verlo. Creo que los pantaloncitos cortos por debajo de la rodilla y la camiseta de tirantes del que estaba a la derecha (no me fijé ni qué tocaba), no nos dejaba verlo… Fue tan lamentable que si hubiesen actuado Pignoise después nos hubiesen parecido Black Flag. Concierto para olvidar sin duda. Nunca me interesé demasiado por ellos en su momento, y queda claro, que tampoco lo haré ahora, cuando no tienen absolutamente nada que decir. Lo más triste fue que cada 10 minutos tenían que decir las palabras mágicas “Screeching Weasel” para ganarse el aplauso fácil del mundo. No, rectifico, lo más triste fueron los personajes que se subieron a hacer coros, a petición del grupo, con su bermuditas, sus Vans y sus crestitas verdes, y sus parchecitos de Rancid. Yo les hubiese quitado el carnet de Punks nada más bajar del escenario, ese que tan orgullosos mostrarían a todo el mundo, si es que existiese algo semejante. 


Y llegó el momento. El momento que he estado esperando desde hace más de 20 años, bastantes más. Desde ese día en el que Micro me dejó una cinta en la que creo recordar que estaban grabados los Dwarves y como sobraban unos minutos, de relleno, Mario (de Frogger) le había grabado las 10 primeras canciones del Boogada Boogada Boogada. “Tienes que escuchar esto”. Me voló la puta cabeza. ¿Realmente existía un grupo así? Inmediatamente comencé a buscar los discos por todas las tiendas. No era fácil encontrarlos, hasta un año o así después en los que la banda comenzó a estar en boca de todos y se encontraban sus discos en Disco del Sur y Record Runner. De hecho tengo muchos en CD porque no podía esperar a encontrar los vinilos. Por supuesto, en seguida me di cuenta de que el resto de los discos no eran como el Boogada, habían perdido el ramalazo Hardcore para dejarse seducir en exclusiva por el Punk Pop; pero seguían siendo lo más grandes de la casa, el espejo en el que todos los demás grupos, los miles iguales que surgieron como setas en los primeros 90, se miraban. El grupo al que todos copiaban. Bueno, no me enrollo más, llegó el momento y allí salió Ben Weasel junto a cuatro mercenarios, unos más jovencitos y otros más viejos. 
Supongo que los que no habían caído hasta entonces en ello, se preguntaron aquello de “¿merecerá la pena?”. En mi entrada pone Screeching Weasel, pero ni Jughead, ni siquiera un Vapid, ni un mísero Panic están sobre las tablas. Han pasado mil miembros por la banda, sí, en el fondo Ben es el jefe, es la banda (con permiso de Jughead, claro. Y sí, es verdad que se parece un poco a Alberto Comesaña con esa camisa negra, jajaja. También un poco al actual Blag Dhalia, je. Esto es un poco como Peter Hook toca el Unknow Pleasures o Ana Curra presenta El Acto. No, no es tan malo. En todo caso sería un Ian Curtis o un Eduardo Benavente. Qué cojones, esto es Screeching Weasel porque lo pone en la entrada y punto. Que además me ha costado una pasta, con viajecito incluido.


Aún así aunque el concierto arrancase de puta madre con todo el mundo revolucionado, pese a algunas carencias de sonido (a veces no se oía ni el propio Ben), no fue hasta que abordaron Dingbat (la tocaron prontito, de las primeras), cuando fui realmente consciente de lo que estaba viendo. Me paré un rato y miré directamente al fulano chupado y medio calvo que sostenía el micrófono con una actitud entre desafiante y pasota. Era el puto Ben Weasel y aquellas eran sus canciones. Las que marcaron parte de mis tiempos mozos. Más convencido, volví a ponerme manos a la obra y a dejarme mecer por el pogo de las primeras filas. Cuando hay tanta gente resulta difícil saltar y bailar a gusto y es difícil soltar patadas voladoras cuando no hay literalmente espacio. Odio eso de los conciertos multitudinarios, que para poder bailar a gusto con la violencia y la inercia que el evento requiere hay que irse un poco hacia atrás, porque en las primeras filas es imposible. Y ya puestos, que ponga una vaya entre el escenario y el público es otra mierda muy grande. Me da igual que haya seguratas (siempre se pueden burlar), pero la distancia entre el escenario y la pista de baile era tan grande que el salto desde allí era imposible. Yo me había imaginado este concierto saltando entre 100 y 150 veces al público, pero no pudo ser. Así que a tragar sudor de otra gente todo el rato…


El repertorio fue prácticamente el que habíamos sospechado tras echar un vistazo a set lists del año pasado. Nada del coñazo ese de la ópera del último disco (estaba claro) y mucho, muchísimo, casi todo, de la etapa Lookout del grupo. Si yo hubiese elegido el repertorio habría pedido el Punkhouse (de este EP no tocaron ninguna creo recordar) y el Boogada entero, nada más. Pero creo que el repertorio lo decidía otra persona. Aún así se tocaron Dingbat (lagrimilla), Hey Suburbia (el himno), This ai’t Hawaii (brutal), Supermarket fantasy (era inevitable) y My Right (orgasmo) del Boogada. Solo por eso mereció la pena el viaje. Aunque no me hubiese sentado nada mal escuchar I hate Led Zepellin, Runaway, I believe in UFOs, Nicaragua o Psychiatrist, pero bueno… Tuve que conformarme con grandes éxitos de los discos posteriores: temazos como Cindy’s on methadone, Joanie loves Johnny, My brain hurts que no podían faltar. Aunque también hubo grandes ausencias. Pero es imposible tocarlo todo. Y eso que tocaron unos 30 temas, pero su discografía es muy extensa. 


Tras un bis tan intenso como el resto del show, la banda acabó con Cool Kids. Cosa que no me sorprendió porque lo sabía tras haber visto sus sets lists anteriores, pero la verdad es que yo hubiese usado un Hey Suburbia para cerrar. Creo que es bastante más emblemática, puede que su buque insignia. Aún así Cool Kids es un temazo también pese a ser una obra “tardía” y muy “mariquitusa”.


 Buen sabor de boca, bastante bueno. Sonrisa en los labios. Mereció la pena. Ya puedo morir tranquilo.

Te jodes.


Mgrtn.



Aquí el show entero en muy calidad.