miércoles, 6 de mayo de 2015

Críticas 127: Bit Of, Hombres G, Nueva Generación




Bit Of: “Unstoppable downhill to pop” (CD, Rumble Records)



He perdido la cuenta de cuántos discos tienen ya Bit Of, pero son unos cuantos, bastantes. Y la verdad es que todos me han gustado mucho. Quizás un poco menos aquel en el que se pasaron al castellano. Está claro que su rollo es mucho más este, el de cantar en inglés, porque tienen ese toque a lo Green Day que se estropea si le metes otra semántica. Pues como decía, pensaba que no me iba a sorprender ya ninguno de sus discos. Gustarme sí, porque no fallan, pero sorprenderme… Bueno, pues me equivocaba, estos chavales, con esta última formación de cuarteto, acaban de firmar su mejor disco hasta la fecha. Y curiosamente el menos Punk. Ya lo dice bien claro el título del disco, su bajada (¿o quizás debemos hablar de ascenso?) hacia el pop es ya imparable. Bueno, tampoco os vayáis a creer que este es un disco pop, lo cierto es que sigue siendo muy Punk; lo que pasa es que bajan la velocidad de algunos temas. Y las melodías, como no podía ser de otra manera, siguen siendo geniales y muy pegadizas. Puede que mejores que nunca.

Lo cierto es que este es un disco para ponerte en bucle durante una mañana unas 12 veces seguidas. No te cansas. Vale que igual no son los mejores músicos del mundo y que Juanillo no se acerca ni por asamos a ser un “cantante serio”, cosa que debería resentirse en temas con tanta melodía; pero es que les queda todo genial así. Me encanta su tono de voz, me flipan las canciones; es imposible no tararearlas. Son pepinazos perfectos. Además, el nuevo guitarrista aporta unos arreglos bastante acertados. El otro día, en el concierto de presentación, le tuve que preguntar a mi amigo Demi: “¿De dónde salen esas campanillas que suenan?”. Era el guitarrista haciendo magia. Aunque supongo que muchos lo consideran facilón (engañosamente facilón, porque si no lo harías tú también, chato, que no te sale) y bastante ñoño. Pero qué queréis que os diga, prefiero que los punteos sean dulces y originales a que sean la puta mierda de rock duro que siempre se empeñan en meter los imbéciles que no tienen ni puta idea de lo qué es el Punk.

Es difícil quedarse con un solo tema, porque todos molan mazo. Reaction, que abre el disco es magistral; pero sin duda el hit es Baby Don’t Go, que empieza con una baladita y  acaba con una locura de juegos de melodías vocales al estilo Rocky Sharpe (salvando todas las distancias, claro).  I Need my medication puede que sea mi favorita de hoy, no estoy muy seguro. Y también cabe destacar la versión que se marcan del Oh Boy! De Buddy Holly que, aunque no sea muy brillante en su primera parte (es imposible superar al maestro de maestro, es apuntar muy alto hacer una versión suya y pretender salir bien parado), si que remonta en la segunda parte, mucho más acelerada, donde canta Guille de The Goverment, poniendo una voz negroide que hace que la canción, al menos como versión, gane muchos enteros.

Y, por un lado, me apena que no se llegase a meter la versión de “Dennis” (Asiatics) que grabaron (siempre hace ilusión que hagan una versión tuya, y más con una nueva letra contestando a la anterior que le había hecho para la ocasión), pero por otro lado, creo que ese tema contribuiría a afear un poco lo que es un disco casi perfecto. Quizás en el tema sí que se acusaban bastante más las carencias de la voz, sobre todo al compararlas con las originales. Así que creo que es mejor que no saliese aquí y que se use como rareza en algún recopilatorio o algo así, porque la verdad es que está cachonda.

Pues eso, cómprate este disco y ya puedes tirar a la basura todo tu material Lookout de los 90, porque aquí lo tienes todo resumido.

Mgrtn.








Hombres G: “S/T” (Edición especial 30 aniversario) (CD + DVD / LP + CD, Warner)



30 años han pasado desde que estos cuatro pijos del barrio de Parque de las Avenidas lanzasen, vía Twins, el artefacto sonoro que les catapultó a la fama y pulverizó todos los récords de ventas habidos y por haber. Jamás antes un grupo español había tenido tantísimo éxito. ¿Su secreto? Canciones pop sencillas, sin los millones de arreglos que se suelen meter en estudio, interpretadas por músicos amateur, con letras divertidas y, a veces, ñoñas. Pero, por encima de todo, cuatro jóvenes que no iban de nada, que no se disfrazaban para ofrecernos su música. Atrás quedaron todas las pintas de la “exitosa” movida, atrás quedaron los colores fosforito, las crestas y los cardados imposibles y las exhuberancias de los nuevos románticos. Atrás quedó todo eso, para ser desbancado por cuatro chavales con vaqueros, camisas lisas remangadas y calcetines blancos (igual no eran tan pijos…), y que, además, no grababan con una multinacional. Con la frescura y la naturalidad por bandera, y un arsenal de temas, himnos atemporales del pop español, que están marcados a fuego en nuestros cerebros. Pocos grupos pueden presumir de lo que ellos lograron y de tener tantas canciones en el hit parade de los adolescentes españoles de cualquier edad.

Warner, que, por supuesto, ya tiene los derechos de todo, ha decidido celebrar los 30 años del primer disco sacando un CD en una cajita, que incluye además un libreto bastante extenso, con fotos, recortes de prensa, textos y las letras, y un DVD con un documental titulado “Fue hace 30 años”. Ya hace unos meses había reeditado el vinilo en 180 gramazos de puro lujo y de regalo el CD con los mismos temas. Aunque, para mi gusto, la portada está demasiado saturada de color. Y, en general, creo que un acontecimiento tan importante debería haberse celebrado más por todo lo alto, y habernos ofrecido unos productos aún más currados y con más extras.



Cuando era pequeño, una tía mía me grabó en una cassette el primer disco de Hombres G, este que cumple ahora 30 años. La de vueltas que le habré dado a esa cinta… Eran canciones fáciles de asimilar y entraban a la primera, aunque, yo siempre pasaba las baladitas, jeje. Ahora, bueno desde hace ya unos cuantos años, también me encantan aquellas primeras baladas, que antes consideraba una “cosa de chicas”. Y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que Hombres G son junto a Sex Pistols y Loli and The Chones, mi grupo favorito.

Ya, pasada mi adolescencia, cuando tenía todos sus discos en riguroso vinilo, decidí un día que tenía que elegir cuál era mi disco favorito. Cosa que no me había planteado nunca, pues sencillamente pasaba de uno a otro, en cuanto notaba que ya me lo sabía de memoria. Lógicamente me refiero a los cuatro primeros, pues aunque en el quinto se salve algo, el sexto y el séptimo no había por donde cogerlos. Todos los rastros del pop fresco de los primeros LPs había desaparecido completamente, como consecuencia de una evolución lógica, pero muy coñazo. De hecho, pasaron de ser un grupo bastante moderno, de hacer el pop de última moda (aunque siempre con ramalazos clásicos), a convertirse en un grupo muy clásico cerrado en banda a cualquier cosa que sonase a moderno. Descarté el tercer y cuarto disco, a pesar de que hay temazos por todas partes, para tener que elegir entre el primero y el segundo, en donde no solo estaban la mayoría de mis favoritos, si no que, como acabo de comentar, aún se conservaba la frescura, la cara dura, el desparpajo y esos aires de modernidad ochentera. Y tuve que hacerme una lista en un papel y puntuar las canciones de ambos discos para poder decidir entre lo que era un empate técnico. ¿A quién quieres más a papá o a mamá? Al final, pese a que me obsesionan Indiana, Dos Imanes, Chicas Cocodrilo y Un par de palabras (todas del segundo disco, “La cagaste Burt Lancaster”), me decanté por el primero. Por este que comento hoy aquí. No solo está mi tema favorito de ellos, Vuelve a mí, si no que Dejad que las niñas se acerquen a mí (siempre me he identificado con esta canción), Lawrance de Arabia y Matar a Castro, hicieron que la balanza cayese de este lado. Súmale megahits como Venecia y Devuélveme a mi chica, que pulverizan el Marta tiene un marcapasos del segundo LP, y añádele una de las letras más bonitas en No te puedo besar (vale, no tanto como la de Dos imanes). Y eso que este disco tiene dos temas que no me gustan, precisamente las dos versiones No lloraré (Alice Cooper) y Sin ti (Richard Sansderson), frente al siguiente que no solo no tiene versiones, si no que no hay un solo tema que me desagrade. Pero pueden mucho más los pesos pesados que ya he mencionado.

Esos ritmos a lo Gang of Four (ejem) en Lawrence de Arabia y Matar a Castro, junto a los brillantes arreglos de Rafa, la incorrección política de algunas letras, la brillantísima intro y el poderoso estribillo de Vuelve a mí, la caradura que le echan en Dejad que las niñas se acerquen a mí, la acertadísima Hace un año, con la que puede identificarse cualquier hijo de vecino y, sobre todo, la puta voz de David Summers.

Por cierto, siempre me he preguntado, cómo sería el No te puedo besar cantado por David, en vez de por Javi. Creo que podría haberse convertido en uno de los grandes, en lugar de ser, como es hoy, una pieza olvidada.



El documental este que te “regalan” en un DVD, la verdad es que está bastante curioso. Eso sí, es solo para ultrafans. El grupo se reúne en los estudios Trak, en donde grabaron este primer LP, durante aquella nevada que azotó Madrid en enero del 85. Y lo hacen junto al técnico de sonido (que pone el master original y juega con las pistas) para desvelarnos cantidad de cositas interesantes. También sale Juan de Pablos,  Paco Martín (jefazo de Twins) aportando datos interesantes, y algunos músicos (bastante asquerosos por cierto, así que me ahorro los nombres) y famosetes diciendo chorradas. Las entrevistas se intercalan con algunos temas en directo de la época y con otra entrevista que les hicieron en el retiro en el 85 que no tiene desperdicio.

Así, por ejemplo, nos enteramos, por fin, de quién grabó el bajo en este disco. En los créditos ponía (y sigue poniendo) David: bajo, voz y coros; y mucho más abajo aparece: Alberto Gallo “Piti”: Bajo; lo que hacía pensar que este chaval grabó algún pasaje dificilillo… Pues, al parecer, David no tocó ni una sola nota en este disco. La excusa que ponen: que tenía los dedos llenos de ampollas de tanto ensayar. Así que llamaron a un músico de sesión que se aprendió los temas sobre la marcha y aportó alguna cosilla.   Luego, David reconoce que en los siguientes discos también quiso que lo grabase Piti, porque confiaba en él y le quitaba un peso de encima. Después de unos discos ya los grababa el propio David.

Las baterías, por si cabía alguna duda, son secuenciadas. Eso sí, los platos están tocados a mano por Javi. Y las guitarras si están tocadas por Rafa y Dani.

Lo que más me ha llamado la atención es una anécdota que cuenta David sobre su voz. Siempre me he preguntado por qué no ha seguido cantando en los últimos discos (los del regreso de la banda, los suyos en solitario y los últimos de su primera época) como en los primeros. ¿No se dan cuenta de que los fans quieren oír sus primeras canciones? Sí se dan cuenta, porque en sus conciertos, a día de hoy, tocan un 95% de canciones de los cinco primeros discos, y solo un 5% de sus discos posteriores. ¿Entonces por qué David se empeña en cantar de otra manera distinta? La voz no le ha cambiado tanto, porque los temas clásicos siguen cantándolos igual. Pues bien, resulta que cuando David compuso sus canciones primerizas, estaba aprendiendo a tocar la guitarra y empezaba en el traste que le era más cómodo, aunque ello supusiese tener que subir mucho su tono normal de voz, incluso cantar en falsete muchas veces. Y las canciones las dejaron así, sin pararse a pensar que, ya que David no tenía que tocar la guitarra, podría haberlas cambiado de tono. De hecho, dicen que han intentando, ya en esta última etapa, bajarlas de tono, pero que no suenan igual y cantaría demasiado. Según el técnico, este supuesto “fallo” inicial, fue lo que les catapultó al éxito. Porque la voz tan forzada de David llamaba muchísimo la atención y ofrecía algo diferente.  Solo de imaginar que podrían haber cantado los temas en un tono más bajo y que sus canciones del inicio sonasen igual de apagadas que las nuevas me pone los pelos de punta. Posiblemente, pese a que eran temazos, no sería ahora mis favoritos, ni los de tantísimas personas.



No os desvelo nada más. Solo una última cosa, que sirve para atestiguar que este primer disco (y el segundo) son los mejores de su carrera (y en general los de cualquier artista). Y es que, como bien dice Dani, para componer canciones para un primer disco “tienes toda la vida, para los siguientes, solo unos meses”. Y David afirma que por eso los primeros discos siempre están plagados de hits, porque escoges los mejores de tu repertorio de toda la vida. Temazos, sin duda, los suyos, que pasaron a engrosar los dos primeros LPs. Mientras que ya para el tercero, por ejemplo, David se encerró una sola semana en la finca de su padre para componer del tirón los 10 temas de rigor.



Pues eso. Un disco irrepetible, ahora en vinilo de 180 gramos. Si lo hacen Nirvana y Metallica, ¿por qué no Hombres G?

Mgrtn.



Nueva Generación: S/T (7", Broca, Crust as fuck, Soro, The Safety Pin generation, Muerte a Tipo, AVA, Little Jan's Hammer)

Pedazo de single debut que se han marcado estos murcianos. Me mola mazo. Punk de melodías tristonas a la Red Dons-Observers. Lo cierto es que huele un poquito el rollo de copiar todo lo que viene de Portland, pero cuando oyes un disco así, se te caen las bragas al suelo. El que canten en castellano y no sean tampoco unos supervirtuosos hace que se me asemejen un poco a Generación Suicida, uno de mis grupos favoritos del momento. De hecho, Luces y Carteles podría ser perfectamente de ellos. Por otro lado, también me recuerdan un poco a Accidente, al menos a sus temas más nostálgicos y menos HC, pero cantando bastante peor y con voz masculina. 
Puede que esté solo en mi cabeza, pero tanto las letras, como sobre todo los rebordes esos de la portada, me recuerdan bastante a Red Dons. Parece que hubiese una obsesión por parecerse a ellos. Aunque puede que esté solo en mi cabeza, ya os digo. Puede incluso que esto les haya salido espontáneamente sin escuchar en la vida un disco de ningún grupo de Portland, sin saber ni siquiera quiénes eran los Wipers. Lo dudo, pero nunca se sabe.
En cualquier caso, tenemos aquí cuatro temazos, que sorprenden por su naturalidad, frescura, desparpajo y por un sonido sin distorsión bastante amable, pero a la vez muy Punk. Y con unas melodías que entran a la primera y se te graban a fuego. Como pega, quizás le falte un poco de crudeza, de sonar más cerdo y con algo más de rabia. Pero si te tienes que comprar solo un disco este mes, que sea este.
Sobresaliente.
Mgrtn.







No hay comentarios:

Publicar un comentario