lunes, 24 de enero de 2011

Vigilante Gitano + Pennycocks


Vigilante Gitano + Pennycocks. 22 enero 2011. Nasti. Madrid.
Triunfo del Punk por todo lo alto el sábado en el Nasti. No nos podemos quejar de la afluencia de público, unas 90 personas, que, dado los tiempos que corren en Madrid y la ola de frío, está bastante bien.
He visto a Vigilante Gitano dos o tres veces, y siempre han estado muy bien, pero yo creo que el sábado se salieron. Tocando a piñón fijo y con el Proxe dándolo todo, pese a la inmovilidad del público. No sé qué mierdas pasa, que cada vez hay menos quorum para el pogo en Madrid. Y no fue culpa del grupo, porque los giatnos transmitieron una energía brutal... 
Sus temas propios cada vez me suenan menos "raritos", menos a Von Grapa o a Le shok, y más a Punk "convencional", pero me imagino que eso se debe a que los he escuchado mucho y mi oído se ha acostumbrado. En cualquier caso, sonaron a cañonazo, alternando estos temazos suyos con sus brillantes (e hilarantes) versiones de Siniestro Total, Dickies o Loli and the Chones. Intensos, veloces y con su ya habitual aroma a Baron Dandy, pulverizado directamente desde la garganta del Proxe sobre nuestras cabezas, se salieron por la patilla.
Y no puedo dejar de mencionar la camisetaza de la legión española, con imagen de Jesucristo incluída, que lució el Proxe, que eclipsó por completo sus continúos traspies y hostiazos contra el suelo y hasta a su mascota de peluche, Perro Lobo.
A eso de las 11 y pico, los maduros gitanazos dieron la alternativa a los jovencitos catalanes que se hacen llamar Pennycocks. Y estos también se marcaron un conciertazo de órdago, y esta vez el público, ya calentito, se animó más a practicar el deporte del Pogo. Aunque en el fondo éramos unos 10 los alboratadores, no es creáis que toda la sala se volcó. Vuelvo a repetir: ¿qué mierdas pasa en Madrid? Hace unos años no se podía concebir un concierto así sin un pogo brutal de 50 personas dejándose los riñones en primera fila... Por fortuna, las gallinas (las jovencitas amigas de Pennycocks que vinieron con ellos) animaron el gallinero (nunca mejor dicho) en la actuación de los catalanes e incitaron a unos cuantos al baile y al cachondeo. Realmente fueron ellas las protagonistas de la noche.
Pero volvamos al escenario, donde sus colegas se estaban dejando la piel dándole al Punk cosa fina. Sorprende lo buenos músicos que son y lo bien que suenan para ser tan jóvenes. Sólidos como una roca consiguieron que todos regresásemos al Londres de finales de los 70 y recordásemos a los Clash, a los primeros Skrewdriver, a los Jam... y a tantos grupos de  acento británico y calidad superior.
Adriá, el cantante, siempre arropado por el muro sónico de sus compañeros, demostró además de ser un buen cantante, ser también un buen frontman ( y eso que salir después del Proxe nunca es fácil, porque es un monstruo escénico y sigue siendo el mejor en su trabajo) y voló por los aires en varias ocasiones.
Sonido y espectáculo en el mismo pack. ¿Qué mas queréis?

Ambos grupos dejaron un buen sabor de boca a todos los asistentes y el deseo de volver a vivir veladas tan Punk como esta.
Como parte de la organización, mil gracias a  los grupos, a las gallinas, a la sala y a todos los que acudistéis. Sois los mejores.

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